lunes, marzo 26, 2007

Correr, correr, sólo correr




Acercarme un poco, doler el olor, comer las entrañas después de entregarme entera, hacer un sacrificio que cuesta un millón de granos de mostaza, saber que existe un hogar al que llegar. No estoy viva. Sí, sí estoy viva, pero seca…¿es lo mismo que estar muerta?.
Nadie toca la humedad que existe en mí, nadie sabe de ella.
Voy a viajar, voy a viajar por un camino de velocidades, de otros que pasan por mi lado y yo, protegida de ellos con mi cáscara de metal. Llevaré una mascota de unos mil años que me tratará de hablar y de hacer reír, pero yo iré mirando el viento, acompañada de mis lascivos pensamientos. Veré luces a lo lejos, pasarán las horas en su mínima expresión. Llegaré al hogar que me abraza hace 8 años, escucharé voces a lo Charly Brown y trataré de hacer señales de humo con mi saliva.
Miraré el mundo horizontalmente y veré el infinito en sus capas multicolores, te imaginaré una vez más sin saber si existes de verdad, me latirán las paredes pidiendo comida, volaré en mi mente buscando en mis habitaciones y pasillos internos lo más perverso que exista ahí, miraré a mi alrededor y no encontraré nada que me sirva, aún así me hundiré en mí misma y tendré 4 o 5 segundos de inconciencia filosófica, despertaré abruptamente, como si una mano me tomara del pecho con fuerza y me sacara del pantano que me chupa.
Volveré al mes de vida y si tengo tiempo lloraré y la ira se apoderará de mí, sin querer queriendo me iré hundiendo en ese otro mundo, en “La Dimensión Desconocida” que me gustaba tanto ver en la caja cuando era niña.
Así pasarán las horas en su máxima expresión.
Y mañana volveré a la cacería sin que nadie se entere jamás.