martes, marzo 22, 2011

Ausente

Entre estaciones de conocimiento eufórico levito el cuerpo mientras la mente se encuentra en un desierto que hacía tiempo no visitaba. Nadie conoce la elección de mi madre y a nadie le importa; yo tampoco lo digo porque mi desierto es mas placentero de lo que recordaba o de lo que me gustaría aceptar... El masoquismo mental es uno de mis juegos favoritos por lo que no me cuesta trabajo desprenderme del exterior para que luego mi carta de presentación cambie y se vuelva hacia abajo. Solo pienso en mi desierto y en la agonía de llegar a mi refugio, estar en posición horizontal y volver a tener 7 meses de gestación con mi belleza lisa e imperfecta sintiendo el calor del gigante ciego que no me borrara en la oscuridad porque su estado inconciente no le permitirá verme ni tenerme y entonces yo me sumergiré en mi propia oscuridad y veré mas clara aun la grandeza de mi desierto.