lunes, septiembre 04, 2006

La mujer de mi reflejo

Hace unos días entré al metro, hace mucho tiempo que no me subía a él porque la plata que gano en el trabajo no me lo permite. Una vez dentro del bagón, me quedé parada mirando hacia abajo y viendo los zapatos de la gente, lo hago por dos cosas: una de ellas es que así evito verles las caras a los demás y la otra es que una de mis entretenciones es adivinar qué tipo de personalidad tienen de acuerdo a los zapatos que llevan y cuando veo algún par de zapatos o zapatillas que me llaman la atención, miro la cara de esa supuesta personalidad.
Estaba en eso cuando miré el vidrio que estaba frente a mí, subí la vista y vi mi reflejo: vi esas piernas grandes, los brazos y el tronco largos, los ojos muy pintados y el pelo negro, tuve que abrir un poco los brazos y correr el bolso tan pesado que tenía encima para asegurarme de lo que estaba viendo, no lo podía creer: tenía cuerpo de grande!!. Eso no fue todo, el susto más fuerte fue cuando miré a mi alrededor y me di cuenta que mi mamá me había dejado sola en el metro a mis cinco años.