lunes, agosto 25, 2008

En la mesa una dama

Pertenezco al foro de una radio donde se debaten distintos temas todos los días. Esta vez se hablo del sexo en la primera cita, mucha gente opinó y quedé sorprendida del machismo, el tradicionalismo excesivo, el miedo y el hambre de enjuiciar a las personas que hacen lo que creemos está mal sólo por el hecho que nos enseñaron eso.
Mujeres y hombres chilenos de distintas edades opinaban del tema pero sólo se referían a las mujeres: “las mujeres que hacen eso no son para llamarlas al día siguiente”, “mejor demorarse un poco porque hay que ser siempre lady”, “si se acostó a la primera conmigo entonces quizás con cuántos lo hizo antes”, “igual esa mujer pasa a ser tema para hablar después de”, “los hombres son machistas y si te vas al tiro a la cama, después no te pescan”. Al final el tema pasó, casi, “del sexo en la primera cita” a “las mujeres que se acuestan en la primera cita”, y yo quedé impactada porque a parte de ser un tema del que tengo mucho que decir, me sorprendí de lo atrasados que estamos como país con algunas cosas y no se trata de ser libertinos y lanzarnos en pelota a la calle y volvernos locos tirando, se trata de abrir un poco más la mente y darnos cuenta en qué año estamos, cuántas cosas han pasado y que somos seres libres en la medida que no le hacemos daño al resto.
Mucha gente hablaba de que a “esas mujeres” los hombres no las llevan al altar o no las llaman al día siguiente, lo que hace que me pregunte: ¿nadie se ha puesto a pensar que “esas mujeres” lo que menos quieren es que las llamen al día siguiente?
Las mujeres tenemos la capacidad de pensar igual de frío que los hombres, podemos utilizar sexualmente a nuestra pareja de alcoba igual y mejor como lo hacen ellos. Si queremos sexo, vamos por ello y si el tipo en cuestión nos llama al día siguiente es pura buena onda, pero nada más. No es un tema si nos llaman o no, si nos quieren o no nos quieren, cuando una mujer sabe a lo que va, ese tipo de cuestionamientos no pasa por la mente.
Y ese es el tema: saber a lo que una va, tener claro el cuento. Cuántas veces, en mi soltería, yo decía “hoy me quiero tirar a alguien” e iba con esa idea y si no pasaba no había problema, pero si pasaba era maravilloso, al rato me sentía bien, satisfecha, grande, mujer por sobre todas las cosas y al día siguiente me daba lo mismo si él me llamaba o no y yo no me preocupaba de llamarlo.
Aún así, he tenido la suerte (no digo que buena o mala, sólo suerte) que las parejas más interesantes, que he querido, me han querido y que la relación de pareja con ellas ha durado un tiempo, han salido de esos encuentros fortuitos, ¿por qué? no lo sé, supongo que les caigo bien (porque siempre son ellos los que me llaman) o les agrada mi osadía, o pensarán que seré así de fogosa todas las veces que tengamos sexo (lo que es un riesgo pensar ya que es la aventura de la conquista la que me pone tan apasionada) y es así como comenzamos a conocernos, a hablar de cada uno, de nosotros, a conocer familias, etc. y se va formando algo muy interesante y agradable.
Pero siempre está el factor enjuiciamiento público, la gente que te apunta con el dedo y te pone los más ofensivos y chistosos sobrenombres. En este país tan hipócrita y mojigato las mujeres libres somos enjuiciadas constantemente, siempre por debajo, claro está. A veces algunas amigas aconsejan que una se cuide, que se haga la difícil para que la tomen más en cuenta o a los amigos no les parece gracioso si una les cuenta la última aventura sexual de la semana, se ríen nerviosos o tiran una talla pesada/chistosa. Sólo una amiga me ha dicho que no acepta mi comportamiento y que considera que estoy sumamente equivocada, que no me doy el valor que realmente tengo…valoro mucho su amistad, la amo y respeto y agradezco siempre la franqueza, pero no estoy de acuerdo con su opinión.
A los hombres nadie les dice nada y ya estoy un poco cansada y decepcionada de la mentalidad chilena y no es que a los hombres haya que decirles algo es que ya está bueno que tengamos que estar preocupados de la opinión del resto, ya está bueno que seamos las mujeres a las que se apunta con el dedo, ¿cuándo vamos a poder vivir nuestra sexualidad tan libre y plenamente como nuestro cuerpo y el cuerpo del otro lo permita? Y no lo digo por mi, lo digo por aquellas mujeres que se impiden ser ellas mismas en la primera cita y que se llenan de prejuicios, lo digo por aquellas jóvenes, madres, esposas y mujeres que aún en estos tiempos se impiden desear y disfrutar del cuerpo de un hombre embistiéndolas, lo digo porque todas las mujeres tenemos el derecho de ser unas putas en la cama.

sábado, agosto 23, 2008

Extinto

Hace mucho tiempo que no tengo deseos de escribir, nada nace, nada sale.
No sé qué pasó, al parecer cuando estoy triste es cuando salen las cosas, cuando algo negativo pasa en mi vida, necesito vomitarlo a través de un texto y enamorarme de él.
Ya no pasa nada por mi mente y a veces se me ocurren temas para escribir pero mi memoria jamás ha hecho su trabajo correctamente.
Este texto no tiene sentido.