lunes, marzo 20, 2006

Te desheredo


Sentía que lo tenia que echar a perder, que tenia que desgastar todo hasta más no poder, no me servía mirarte a los ojos y ver que algo quedaba aún, no, debía ser en mala para que resultara, me tenías que terminar decepcionando y te tenía que terminar agotando.

No fue mi intención emborracharme, ni tampoco llorar, pero sí decirte que te quería más que la cresta, sí decirte que me dolía saber que no ibas a estar conmigo, sí decirte que ya no te quería ver más.

Al día siguiente me quedé hasta que me echaste, esa era la intención: humillarme para que me doliera harto y cansarte para provocar rechazo en ti.

No te importó nada, no me pediste que me quedara o que lo pensara...mejor, no hubiese soportado más espera, dolor y humillación y me hubieses hecho las cosas más difíciles.

En mi vida necesito cerrar círculos para estar tranquila, eso acabo de hacer contigo. Te he borrado de mi agenda, de mis contactos de msn y en algún tiempo más, serás una linda historia del pasado. Sólo una cosa me inquieta: tengo tu “Bola de sebo”, tienes mi “Gabriela Mistral”.

Escribo esto porque necesito echar afuera, necesito dejar la firma y porque me hace bien hacerlo...en esa estoy hoy: en hacer cosas que me hacen bien y hasta ahora lo he logrado exitosamente.

Primera vez que un hombre me rechaza, dolió, pero ahora sé que, como ésta, pueden existir otras veces y me siento preparada al estar conciente de ello.


“L’amour est un oiseau rebelle que nul ne peut apprivoiser et c’est bien en vain qu’on l’appelle s’il lui convient de refuser”
Opera Carmen

miércoles, marzo 08, 2006

¡Canta desde lo más profundo de tu ser mierda!


A la mañana siguiente ella ya no estaba a mi lado.

La noche anterior fuimos a algún bar de Santiago, hablamos mucho, como siempre yo más que ella. De todas las veces que nos encontramos, sólo una vez no hemos terminado en la cama; siempre es igual: llegamos como amigos, conversamos un poco, bebemos mucho y en algún momento de la noche comenzamos a besarnos, luego yo la invito a mi casa, me dice que debe llegar a la de ella, digo que mi casa queda más cerca de su trabajo, ella ríe y me dice que debe llamar para avisar.
Esta vez fue ella quien me preguntó si la aceptaba en mi casa, creo que por eso la violenté, por puta.
Bebimos mucho, confesamos más, nos buscamos poco, quedamos en nada.
Luego de que nos echaran del bar, seguimos compartiendo una cerveza por el bandejón central de la Alameda, acompañados por unos perros que nos defendían de desconocidos.
Después de disfrutar esa exposición de arte e historia al aire libre, tomamos una micro rumbo a mi casa, durante el viaje dormí en su pecho y aprovechándome del instinto maternal que tienen todas, dejé que me besara y me cuidara. Al llegar a casa seguimos coqueteando un poco más, ya ni recuerdo cómo quedamos desnudos y la verdad, no importa, lo importante era hacerlo.
Luego de jugar un poco y cuando la tenía boca abajo, saqué una cuerda, primero tomé sus manos y las llevé a su espalda, las uní con un nudo imposible de deshacer, doblé sus piernas hacia atrás de tal manera que con el resto de la cuerda amarré también sus pies, de esa forma la distancia entre sus pies y sus manos era mínimo y la posibilidad de soltarse o moverse era nula, me sentía poderoso, podía hacer lo que quisiera y así fue.
Busqué algo que le doliera y que le diera placer, entonces tome un micrófono, lo protegí con un condón y se lo metí por su coño, primero lento para que se acostumbrara, luego fuerte para que le doliera, me decía que lo hiciera lento pero yo no estaba dispuesto a obedecer, era ella quien me debía obediencia.
Mientras hacía eso, metí mi verga en su culo y con movimientos coordinados por varios minutos, acabé dentro de ella entre quejidos de su placer dolor y mi placer infinito. Ni si quiera tomé un descanso, la giré dejándola boca arriba y con las piernas abiertas y comencé a meter el micrófono por su culo, me decía que le dolía, que lo sacara, me suplicaba, se quejaba, se retorcía y trataba de evadir mi juguete, pero no podía, me suplicaba que por favor dejara de hacerlo, pero su dolor me calentaba más aún, le dije que si me decía eso, con mayor razón se lo iba a seguir metiendo. Vi una lágrima en su cara, le pregunté por qué lloraba y me respondió casi como un lamento: “porque te quiero”, “ridícula” pensé, la tomé del pelo y la tiré acomodándola en la cama, ella boca arriba aún y yo sentado casi en su cara, apoyando mis manos en la pared comencé a metérselo en la boca, lo hacía con fuerza, con rabia, ella lo chupaba con desesperación, la comencé a ahogar, ella trataba de quitar la cara para respirar, yo no la dejaba y se lo metía más fuerte, hasta el tope, más de una vez tuvo arcadas, le pregunté si le gustaría que la meara y me dijo que sí, después de unos minutos boté todo mi líquido en su cara, tragó un poco, le gustaba lo sé.
Me sorprendo de lo dispuesta que es conmigo.
Luego de eso, me acosté encima de ella y la embestí nuevamente, acabé por segunda vez dentro de ella, esta vez en su coño. La desaté, me acosté a su lado, cerré los ojos y dormí.

A veces la siento como un recipiente para mí, otras como una amiga, otras como alguien lejano y sólo una vez la he querido, pero ella se encargó de hacer desaparecer ese sentimiento …nunca lo supo.
Ahora debe tener el olor a la mezcla de nuestros fluidos entre las piernas, le quedará por tres días, como siempre.

martes, marzo 07, 2006

Causa efecto


Me castigas con tu partida, merecido lo tengo.
El trato era estar juntos pero sin amarras, acompañándonos, pero dejarnos solos cuando lo necesitemos, el trato era que si alguno de los dos se involucraba con otra persona todo acababa…nunca estuve de a cuerdo con eso pero era muy válido para ti…no te puedes arriesgar, tienes un hijo al que quieres cuidar y lógicamente yo debía respetar esa regla.
Me acosté con él, me lo preguntaste y te respondí, entonces todo fue muy rápido por msn, en unos segundos ya no estábamos más juntos. “Puedes contar conmigo” escribiste en el correo. Puedo contar contigo pero no puedo estar contigo…
Siento la pérdida de algo importante en mi vida, siento la pérdida de futuros lindos momentos, me quedo sin nada, ni siquiera lo tengo a él.
No me gusta verme así, no me siento cómoda y hace un par de días que estoy pensando en tener una relación estable…(¡otra vez mierda!) que ¿a caso no puedo estar sola un buen tiempo?, sin nadie, sola, sola, sola, siempre caigo en lo mismo, tan libre que me creo y no aguanto mucho tiempo sin estar con alguien, alguien a quién llamar, con quién salir, a quien querer, alguien en quien pensar…tengo tanto que entregar.
Siento, en estos momentos, la necesidad de que alguien me tienda la mano y me saque de acá, sabes que lo estoy esperando a él, sé que no vendrá por mi. Al final nos quedamos todos solos: tú porque ella te dijo que no y porque preferiste, válidamente, tu seguridad a estar más tiempo conmigo, yo porque seguí mis más bajos instintos con él y eso hizo que nuestra “relación” acabara, él porque aún no ve que soy capaz de darle lo que me pida.
Nos conocimos para que sucediera algo en nosotros, no creo en las coincidencias: nada es porque sí. La pregunta es ¿se cumplió ese algo en nosotros? yo creo que sí.

Este es un adiós a nosotros, un pequeño adiós a nuestra relación y una bienvenida a nuestra compañía mutua.
Ahora, salud por los tiempos venideros